Publicidad

lunes, 22 de agosto de 2011

Curiosidades.



Cuando aumenta el campo magnético, las bacterias del intestino humano se multiplican rápidamente. Hay gérmenes que desarrollan una enorme resistencia a los antibióticos mientras que otros se hacen mil veces más vulnerables.
Se ha observado que los seres humanos que trabajan en las proximidades de imanes artificiales muy potentes experimentan pérdidas de memoria y que la exposición del cerebro humano a campos magnéticos poco intensos durante unos minutos al día aumenta sensiblemente la actividad cerebral.
Hay investigaciones espaciales recientes que indican que es posible que los seres humanos estemos condicionados por fuerzas magnéticas procedentes de más allá de nuestro Sol. Tanto las plagas que atacan los cultivos agrícolas como la abundancia de las cosechas están directamente relacionadas con fuerzas magnéticas estrechamente dependientes de fenómenos cósmicos que tienen lugar en la inmediaciones del espacio, a enorme distancia de la Tierra.
Se ha descubierto que la polaridad correcta del cuerpo es la siguiente: el lado izquierdo es negativo, el derecho es positivo y el centro es neutro, tanto delante como detrás, hasta que llegamos al entrecejo, desde aquí hacia arriba parece que es positivo.
Se ha demostrado que es posible alargar la vida de ratones, ratas, conejos y otros animales, cuando estos viven cerca de campos magnéticos constantes.
Se ha demostrado que es posible disolver el calcio y detener ciertos tipos de cáncer mediante imanes, con los que se puede aumentar la capacidad de regeneración del organismo y ayudar al desarrollo del hueso y de la materia fibrosa cálcica del mismo. Los campos electromagnéticos, estimulan el desarrollo del hueso, aceleran la cicatrización de las fracturas y reducen el dolor producido por la presión de los fragmentos de hueso astillado sobre los nervios.
Como sistemas electromagnéticos, nuestros cuerpos existen en equilibrio entre y bajo la influencia de fuerzas magnéticas positivas y negativas. La corteza terrestre ejerce un poderoso campo magnético negativo, aunque durante el día experimentamos un fuerza positiva procedente del Sol. Por la noche el campo magnético negativo de la Tierra incrementa el oxígeno de las células, facilitando el sueño, la curación, reduciendo las inflamaciones.
En la antigua Grecia, Aristóteles fue la primera persona que habló de las propiedades terapéuticas de un imán natural. Aunque otras muchas civilizaciones antiguas incluyendo Hebreos, Arabes, Indios, Egipcios y Chinos, utilizaban imanes para la curación de enfermedades.
En la NASA conoce la importancia de los campos magnéticos sobre la salud, solucionaron una gran incidencia en enfermedades y pérdidas de densidad ósea de los astronautas, colocando imanes permanentes en los trajes y en la nave.
Los imanes trabajan con le mismo principio que la acupuntura, equilibrando el flujo de energía, pero sin la utilización de agujas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario